Epilogo
Mi madre solía decir que el amor nunca se malgasta, aunque no te lo devuelban en la misma medida que mereces o deseas.
Déjalo salir a raudales -decía- abre tu corazón
y no tengas miedo de que te lo rompan.
Los corazones rotos se curan.
Los corazones protegidos acaban convertidos en piedra.
Sí para amar debes perder tu identidad personal, tu esencia, lo que te determina como persona, mejor no ames, escapa lo más lejos posible.
Nuestro conocimiento nos ha hecho cinicos.
Nuestra inteligencia, duros y secos.
Pensamos demasiado y sentimos muy poco.
Mas que maquinas necesitamos humanidad.
Mas que inteligencia necesitamos amabilidad
y cortesía.
Sin estas cualidades la vida será violenta y
todo estará perdido.
Podemos tener todos los medios de comunicación del mundo, pero nada, absolutamente nada, sustituye la mirada del ser humano.
Lo que con mucho trabajo se obtiene, más se
ama.
La vida es el arte del encuentro, aunque haya
tanto desencuentro por la vida.
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