La mejor manera de ser feliz con alguien, es aprender a ser feliz solo.
De esa forma, la compañía se convierte en una cuestión de elección y no una necesidad.
Agradece cada día al margen de las buenas o
malas experiencias, porque son nuestro aprendizaje de vida y del enfoque que le demos depende nuestra felicidad.
Agradece a la llama su luz, pero no olvides el
pie del candil que paciente la sostiene.
Cuando la vida es dulce, da gracias y sonríe.
Cuando la vida es amarga, da gracias y crece.
Gracias a aquellas personas que hacen mi carcajada más sonora, mi sonrisa más brillante y mi vida mucho mejor.
Gracias a ti me esforcé en buscar más allá.
Gracias a ti me pude dar cuenta que la felicidad dependía solo de mí.
Cuando bebas agua, recuerda la fuente.
Cuanto más le agradezcas a la vida, más razones te dará la vida para estar agradecido.
Sonrío, no porque mi vida es perfecta, sino porque aprecio lo que tengo y a quien tengo
a mi lado y doy gracias por ello todos los días.
Disfruta y agradece el ahora, el mañana no existe.
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