Deja a un lado los sueños imposibles y disfruta de lo que tienes a tu alcance, porque todos los grandes éxitos resultan de trabajar y
de tener paciencia.
Dios no se retrasa, espera y mantiene firme, no
olvides que lo que siembres, bueno o malo, eso
será lo que coseches.
No deberíamos culpar a los demás de nuestra
situación porque somos lo que somos por decisión nuestra.
Aprende a vivir en una pobreza honrada si asi
debe ser, y ocúpate de cosas más importantes
que a la larga te darán más felicidad.
Es mejor aprender de los demás porque el que
se enseña a si mismo no termina de aprender
la lección. Y si ves que algo te hincha de orgullo observate más de cerca y encontrarás
material más que suficiente para ser humilde.
Conserva el buen estado de ánimo, y por encima de todo no olvides que necesitamos muy poco para llevar una vida feliz.
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