Elimina de tu vida los números que no son esenciales, esto incluye: edad, peso y altura, deja que tu médica se ocupe de ello.
Mantén amistades alegres, los gruñones y quejicas bajan el ánimo.
Nunca permitas que tu cerebro sea holgazán,
es la morada del demonio y el nombre de ese
demonio es alzehimer.
Rodéate de las cosas que amas: familia, musica
flores, lo que sea, tu casa es tu refugio.
Las lágrimas son naturales, sufrelo, lamentalo y
luego sigue adelante.
La única persona que estará contigo toda la vida eres tu mismo.
A las personas que amas díselo en cada oportunidad que tengas,
Celebra y disfruta de tu salud; si es buena,
mantenla así; si es inestable, mejorala; y si no
está en tus manos mejorarla, busca ayuda.
No olvides que de todo lo que llevas la sonrisa
es lo que mejor te sienta.
La talla de tu cuerpo cuenta poco, la de tu cerebro cuenta mucho pero...Sobre todo cuenta
la de tu corazón.
Al recibir esta carta da gracias de tener alguien que piensa en ti, no todos tenemos ese
privilegio.
Cada día me doy cuenta que tengo cosas que
aprender algunas que olvidar y siempre muchas que agradecer.
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