Una familia pobre era conocida porque tenia la capacidad de tomarse las cosas lo mejor posible.
Una mujer rica quiso ayudarles, pero un vecino
de la familia fue a verla para decirle que la estaban embaucando.
"Los niños de aquella familia siempre comen cosas deliciosas, lujos que ni yo puedo permitirme", dijo este a la señora. Para comprobar si era cierto, fue a visitarlos.
En la puerta, antes de llamar, oyó que el niño
a la niña: ¿Te vas a servir arroz con gambas
hoy?, No , creo que comere pollo asado"respondia. Al oir eso, la mujer entro enfadada. Vio a los pequeños sentados en una
mesa en la que solo había unas pocas rebanadas de pan seco, dos patatas frias y un
jarro de agua. Al preguntar, los niños le contestaron que jugaban a imaginarse que su
escasa comida era un verdadero festin.
Usted no sabe lo delicios o que es el pan duro
cuando uno lo llama bizcocho. "Y aun es mucho más rico si lo llamas helado de crema".
dijo la niña. La señora adinerada salio de alli
con una nueva virsion de lo que significa ser
dichoso. Acababa de aprender que la felicidad
no esta en las cosas, sino en los pensamientos.
Asi pues, es preferible no esperar a que cambie
nuestra suerte, sino que es mejor transformarla.
Entonces, tal vez, esta nos corresponda.
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