Una vez, en un poblado africano, hubo una niña que estaba tan contenta con las enseñanzas de su nueva maestra que decidió hacerle un regalo muy especial para su cumpleaños. Cuando llegó el día, la pequeña esperó a que terminara la clase y los otros alumnos se marcharan a sus casas para acercarse a ella. "Feliz cumpleaños. Espero que
le guste mi regalo",le dijo depositando en su
mano un hermoso caracol.
"Pero, ¡qué caracol más bonito! ¡Muchisimas gracias! ¿Donde lo has encontrado?, preguntó
la maestra, emocionada.
La alumna, exultante, le explicó que estos caracoles sólo viven en una playa muy lejana.
Tras escuchar su historia, la profesora se conmovio profundamente porque se dio cuenta
de que aquella niña tan pequeña habia caminado muchos kilómetros para poder traerle
aquel animal tan precioso.
"No debiste haber ido tan lejos" le dijo abrazandola.
Pero la estudiante sonrió y le contestó:
"Maestra, la larga caminata es también parte del regalo"
La educadora se quedo mirando a la jovencita y
sabiamente, reflexiono: "Es cierto. Porque, a veces, el mayor premio no es el obsequio que
alguien nos hace, sino el esfuerzo y la dedicacion que la persona ha invertido para
poder regalarnos algo.
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