Un filósofo cínico vivió durante años en la corte del rey Pirro.
El monarca, que era un conquistador, una especie de Alejandro de los persas, estaba
constantemente haciendo planes de invasión y de conquista.
Un día se acercó al filosofo, quien se encontraba tumbado a la sombra de un árbol
en el jardin del palacio, y le dijo: He hecho un plan y mañana mismo salgo con mi
ejercito. Vamos a cruzar el estrecho y a conquistar toda Grecia, todo el Poloponeso."
El filosofo respondio: "Muy bien. ¿Y despues
que?" Despues continuaremos adelante, hacia li
Italia, . respondio el rey ¿Y despues? insistio el
filosofo. Pues seguiremos y procuraremos llegar
hasta el fin del mundo, confeso Pirro. "Bueno,
muy bien, ¿y despues?" insistio el hombre.
Ya habre conquistado todo el mundo" dijo el
monarca. "¿Y entonces que? le repitio, a lo que
Pirro contesto:
"Entonces podre descansar" Y fue cuando el filosofo le dijo:
Bueno, si de lo que se trata es de descansar,
por que no te sientas aqui conmigo bajo este
arbol y empezamos directamente, sin tanto trajin" Esta historia nos hace reflexionar sobre cuales son nuestros verdaderos intereses, si estamos preparados para vivir con simplicidad
o nos complicamos la vida con planes y objetivos innecesarios y artificiosos.
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