Se el mismo, dentro y fuera de casa.
El hogar es la sociedad en miniatura. La sociedad es el hogar ampliado.
En ambas partes se el mismo: hombre de palabra, que sabe lo que piensa, coherente en lo que hace, que mantiene la serenidad porque
confía en sus valores.
El hombre es lo que es.
Sus expresiones externas son la manifestación
del estado interior de nuestra alma.
No bebas el veneno de la adulación, apártate de el. No confíes en las personas que te alaban sin motivos.
Muéstrate abierto a la crítica honesta y ciérrate a la falsa cortesía.
La critica a nuestros actos puede convertirse en la voz de alerta que necesitamos para
nuestro mejoramiento.
Los elogios no merecidos nos perjudican y nos
crean ilusiones. No hay nada tan frágil como
una persona que vive de sus propias ilusiones.
No olvides que somos la expresión de lo que pensamos. El pensamiento forja nuestra vida de mañana.
Aprovecha, por lo tanto, el momento que pasa, en la construcción de un futuro halagueño.
Siembra en tus ambientes semillas de optimismo
y bienestar, para cosechar mañana frutos de
amor y felicidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario