Dos hombres fueron condenados a ser torturados
lentamente hasta la muerte cuando transcurrieran
20 años.
Al escuchar la sentencia, el más joven se retorcio de pena y, a partir de ese dia, cayo en una profunda depresion.
"¿Para qué vivir?",se preguntaba,"si de todas maneras van a arrebatarme la vida.
Nunca volvio a ser el mismo.
Cuando alguien hablaba con el para intentar alegrarlo,respondia con rencor:"Claro como tu no
tienes que cargar mis penas, todo te parsce facil.
Tu no sabes lo que sufro...
El hombre se encerro en su amarga soledad y
fallecio mucho antes de que se cumpliera el plazo
de los 20 años.
El otro hombre, al escuchar la sentencia, se asusto
pero decidio que, como sus dias estaban contados
los difrutaria. Con frecuencia afirmaba: Voy a
agradecer con intensidad cada dia que me quede".
Y opto por estar alegre con los suyos para sembrar
en ellos lo mejor de si. Paulatinamente se fue
convirtiendo en un hombre sabio y sencillo,
conocido por su jubilo y su espiritu de servicio,
Tanto, que mucho antes de que se cumplieran los
20 años le fue perdonada la condena.
Esta historia nos enseña que la mayoria de los
miedos no se acaban materializando y que debemos disfrutar de la libertad de ser felices.
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