Utiliza plenamente lo que te sucede.
Cada dificultad con la que tropezamos en la vida nos ofrece la oportunidad de volvernos hacia dentro e invocar a nuestros recursos intimos.
Las pruebas que soportamos pueden y deben darnos a conocer nuestra fuerza.
La gente prudente mira mas allá del incidente e
intenta crearse el habito de sacarle provecho.
Con ocasion de un suceso accidental,no debes limitarte a reaccionar a la buena de Dios:
recuerda que debes volverte hacia dentro y preguntate con que recursos cuentas para hacerle
frente. Profundiza. Posees fuerzas que a lo mejor
aun no conoces. Encuentra la mas apropiada.
Utilizala.
Ocupate de lo que tienes,no hay nada que perder.
En verdad nada nos puede ser arrebatado.
No hay nada que perder. La paz interior comienza
cuando dejamos de decir, a proposito de las cosas
"lo he perdido",y en su lugar decimos "ha regresado al lugar de donde vino".
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