Cuando intentamos agradar a los demas, nos encontramos mal dirigidos hacia lo que esta fuera
de nuestra area de influencia. Al hacerlo perdemos el dominio sobre el proposito de nuestra
vida. Conformate con ser un amante de la prudencia, un buscador de la verdad. Regresa una
y otra vez a lo que es esencial y valioso.
No trates de parecer sabio a los ojos de los demas.
Si quieres llevar una vida en la prudencia,vivela en tus terminos y con tus propios ojos.
Todo tiene un precio
¿Alguien disfruta de privilegios, oportunidades u
honores que tu deseas? Si los privilegios que han
conseguido son buenos, deleitate con el goce de
quien los posee. Es su momento de prosperidad.
Si los privilegios son malos,no debe preocuparte que no te pertenezcan.
Recuerda: nunca obtendras las mismas recompensas que los demas si no empleas los mismos metodos e inviertes el mismo tiempo que ellos. No es razonable pensar que podemos obtener una recompensa si no estamos dispuestos
a pagar su precio. La persona que "gana" en algo
no tiene ninguna ventaja real sobre ti,puesto que
pagar el precio de la recompensa.
Siempre esta en nuestras manos decidir si queremos pagar o no el precio de las recompensas
de la vida. Y con frecuencia nos conviene mas no
pagarlo,pues dicho precio podria comprar nuestra
integridad. Podriamos vernos forzados a ensalzar a alguien por quien no sentimos ningun respeto.
Haz tuya la voluntad de la naturaleza
Descubre la voluntad de la naturaleza.Estudiala,
prestale atencion y hazla tuya.
La voluntad de la naturaleza nos es revelada mediante experiencias comunes de todos. Por ejemplo, si el hijo de un vecino rompe un tazon o algo por el estilo,decimos de buen grado:
"Estas cosas pasan".Cuando el tazon que se rompa sea el tuyo, deberias responder de la misma
forma en que lo haces cuando se rompe un tazon
ajeno. Traslada esta premisa a asuntos de mlayor
importancia emocional y material.¿Que muere el
hijo,la esposa u otro ser querido de otra persona?
En tales circustancias, cualquiera puede decir:
"Es el ciclo de la vida. La muerte tarde otemprano
llega, Hay cosas inevitables"
Pero cuando quien muere es nuestro hijo o nuestro
amor, tendemos a exclamar, "¡Ay de mi!
¡Que desgraciado soy!"mismo a otra persona.
Transfiere ese sentimiento a tus circunstancias
actuales A prende a aceptar los acontecimientos,
incluso la muerte, con inteligencia.
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