Cuantas veces nos arrinconamos en nosotros mismos para refugiàrnos .Y.sin embargo, dentro estan nuestras armas;las alas de oro de la inteligencia, el escudo de plata de la voluntad, la lanza viva de las palabras, las sandalias rojas del
coraje. ¡Que pocas veces desenvainan los hombres sus armas.!
Jose Luis Martin Descalzo.
Es cosa estupenda ver a un viejo que asume la segunda parte de su vida con tanto coraje e ilusion como la primera. Para ello tendra que empezar por aceptar que el sol del atardecer es tan importante como el del amanecer y el del
mediodia, aunque su calor sea muy distinto.
El sol no se averguenza de ponerse, no siente nostalgia de su brillo matutino, no piensa que las
horas del dia le esten "echando" del cielo, no se
experimenta menos luminoso ni hermoso por comprobar que el ocaso se aproxima, no cree que su resolana sobre los edificios sea menos importante o necesaria que la que hace algunas
horas hacia germinar las semillas en los campos.o crecer las frutas en los arboles.
Cada hora tiene su gozo.
El sol lo sabe y cumple, hora a hora,su tarea...Ah,
¡si todos los ancianos entendieran que su sonrisa
sobre los hombres puede ser tan hermosa y fecunda como ese ultimo rayo de sol antes de ponerse!
Jose Luis Martin Descalzo
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