Un dia, un maestro de la ceremonia del te deambulaba por la plaza cuando,sin querer,empujo a un samurai. Este, enfurecido, lo reto a duelo por la humillacion recibida.
El maestro no se nego, pero pidio al samurai poder culminar con sus obligaciones de ese dia, quedando en mutuo acuerdo para verse al final del dia en su huerto. Al terminar el maestro se dirigio con Miyamoto, celebre pintor y experto en el sable,y le conto lo que habia sucedido y sin dudar le pregunto:
¿podria enseñarme como comportarme para morir
honorablemente? Miyamoto sorprendido le respondio:-Si puedo, lo ayudare. Notando la actitud del pequeño hombre, le pregunto: ¿Que arte
practica?-Sirvo el te- fue la respuesta.
-¡Excelente! Sirveme el te-dijo Miyamoto.
El maestro sin dudarlo, con la mayor serenidad y concentracion, ejecuto la gentil ceremonia de preparar el te. Miyamoto quedo impresionado con la serenidad de este hombre ante el umbral de la muerte. Vio que el tenia espiritu libre, sin temor y
estaba concentrado solo en la belleza del momento.
¡Usted ya sabe como morir!,dijo Miyamoto.Pero aun asi, lo instruyo con detalles de como morir
honorablemente. El maestro del te dio las gracias y se dirigio al lugar de encuentro donde el samurai lo esperaba impacientemente.
El maestro se acerco al samurai dejando sus utensilios en el suelo. Despues se inclino ante el samurai con tanta calma, elevando el sable con un solo pensamiento. Golpear al samurai pase lo que pase. El samurai vio al maestro del te con asombro.
despues con incertidumbre, luego con respeto,y al final con temor; pues ya no veia a un hombrecillo debil, sino a un guerrero intrepido e invencible que no temia a la muerte. Fue ahi que el samurai vio su propia muerte.
El samurai inclino la cabeza y se excuso ante el pequeño hombre que en aquel momento se convirtio en su maestro del arte de vivir sin temor
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