Había una madre que no conseguía que su hijo pequeño dejara de jugar y regresara a casa antes del anochecer. De modo que para asustarle, le dijo que en el camino que llevaba a su casa era frecuentado por unos espíritus que salían tan pronto como se ponía el sol. Desde aquel momento ya no tuvo problemas para hacer que el niño regresara a casa temprano ,
Pero, cuando creció, el muchacho tenia tanto miedo a la oscuridad y a los espíritus que no había modo de hacerle salir de casa por la noche.
Entonces su madre le dio una medalla y le convenció de que ,mientras la llevara consigo, los
espíritus no podrían hacerle ningún mal en absoluto.
Ahora el muchacho ya no tiene miedo alguno a
adentrarse en la ocuridad...Fuertemente asido a su
medalla.
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