Iba un hombre caminando por el desierto cuando oyó una voz que le dijo:
"Levanta algunos guijarros mételos en tu bolsillo y mañana te sentirás a la vez triste y contento"
Aquel hombre se inclino, recogió un puñado de guijarros y se los metió en el bolsillo.
A la mañana siguiente, vio que los guijarros se habían convertido en diamantes, rubíes y esmeraldas, y se sintió feliz y triste. Feliz, por haber cogido pocos guijarros, triste por no haber cogido mas.
Lo mismo ocurre con la educación. W.Cuningham.
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