La vida no se mide anotando puntos, como en un juego. No se mide por la fama de tu familia, por el dinero que tienes, por la marca de coche que manejas, ni por el lugar donde estudias o trabajas, ni por como te aceptan los otros. No se mide por lo guapo o por lo feo que eres por la marca de ropa que llevas, ni por los zapatos, ni por el tipo de música que te gusta. La vida, simplemente, no es nada de eso.
La vida se mide según a quien amas y según a quien dañas. Se mide según la felicidad o la tristeza que proporcionas a otros. Se mide por los compromisos que cumples y las confianzas que traicionas.
Se trata de la amistad, la cual puede, usarse como algo sagrado o como un arma. Se trata de los juicios que formulas, por que los formulas y a quien o contra quien los comentas.
Se trata de a quien no le haces caso o ignoras adrede. Se trata de los celos, del miedo de la ignorancia y de la venganza . Se trata del amor, el respeto o el odio que llevas dentro de ti, de como lo cultivas y de como lo riegas. Pero en la mayor parte, se trata de si usas la vida para alimentar el corazón de otros.
Tu solo tu escoges la manera en que vas a afectar a otros, de eso se trata la vida.
Anónimo
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