Mi amigo no ha regresado del campo de batalla señor. Solicito permiso para ir a buscarlo,-dijo un soldado a su teniente. -Permiso denegado,-replico el oficial-,No quiero que arriesgue usted su vida por un hombre que probablemente ha muerto. El soldado, haciendo caso omiso de la prohibicion salio, y una hora mas tarde regreso gravemente herido, transportando el cadaver de su amigo. El oficial estaba furioso.
-¡Ya le dije yo que habia muerto! Habria perdido
a dos hombres! Digame, imerecia la pena ir alla
para traer un cadaver!
-¡Claro que si, señor! cuando lo encontre, todavia estaba vivo y pudo decirme.
- Juan...¡estaba seguro de que vendrias!
Anthony de mello.
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