Defiende a tu país, porque es el que te hace dichoso y porque encierra todos los lazos y a todos los seres queridos a tu corazón, pero no olvides nunca que la humanidad tiene sus derechos. Ama siempre con fervor. Si amas no es siempre este amor el que forma parte de tu destino. La conciencia que habrás encontrado en el fondo de este amor, será la que modifique tu vida. Ten voluntad, mucha voluntad. La voluntad de la sabiduría tiene el poder de rectificar todo lo que no hiere mortalmente nuestro cuerpo.
Ten resignación en los casos inevitables de la vida pero en todos los hechos en que la lucha es posible la resignación no es sino ignorancia impotencia o presas disfrazadas. Aprende poco a poco a apesadumbrarte sin lagrimas.
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