Habia una vez una perrita embarazada que deambulaba por las calles sin tener un sitio donde reposar. Se sentia muy pesada y, por su volumen, intuia que muy pronto daria a luz a sus cachorros. Caminando,hallo a un pastor de ovejas que trabajaba fuera de su casa y se acerco a preguntarle si le dejaria quedarse en una esquina de su morada. .El pastor accedio. Pronto nacieron los cachorros y la madre, viendo que aun no era tiempo de partir, suplico al pastor quedarse un tiempo mas, algo que por supuesto este acepto.
Pero sucedio que al cabo de un tiempo, y con los cachorros ya crecidos y capaces de defenderse por si mismos, la perra decidio quedarse en la casa sin
preguntar al pastor tomando posesion del lugar para su derecho exclusivo,no permitiendo al pobre
hombre acercarse a su propio hogar.
Esta historia nos enseña que, antes de conceder un favor, primero siempre hay que definir los limites de esta concesion y evaluar las consecuencias que
esta pueda deparar.
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