Los ríos no beben su propia agua, los arboles no comen sus propios frutos, el sol no brilla para el, y las flores no reparten su fragancia para si mismas. Vivir para los otros es una regla de la naturaleza.
La vida es buena cuando tu estas feliz, pero la vida es mucho mejor cuando los otros son felices por causa tuya. Nuestra naturaleza es el servicio.
Quien no vive para servir no sirve para vivir.
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