El enamorado que exclama: lo mío es tuyo y lo tuyo es mío.
El egoísta que confiesa: Lo mío es mío y lo tuyo es mío.
El santo que proclama: lo mío es tuyo y lo tuyo es tuyo.
Hay que decidirse. No valen los términos medios. Hay que huir del egoísmo, de encerrarse en si mismo.
Hay que superar la justicia con el amor.
Si, hay que partir de la justicia, pero no podemos quedarnos ahí.
¿Qué seria de nosotros si se nos juzgara con estricta justicia?.
Dios es mas padre que juez, o dicho de otra manera, Dios es un juez misericordioso de los cuatro tipos de personas expuestas, el santo y el enamorado son muy parecidos.
Son los mejores, los mas evangélicos.
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