No es de extrañar, pues, que cuando se produce la perdida de un ser querido, el duelo que conlleva pueda suponernos una verdadera crisis existencial, pueda alargarse durante años y llevarnos a enfermar de pena
*Alimentarse bien y dormir un numero de horas
razonable.
*Si hay insomnio, actuar frente al mismo ; horario, infusiones, medicación ...Obligarse a momento de descanso. *Expresar las emociones cuando surjan llorar, enfadarse...
*Buscar una buena oreja que nos escuche, pero sin darle vueltas a la pena.
*Evitar personas que agotan nuestra energía.
*No inquietarse porque la tristeza vuelva súbitamente.....Es normal y debe de servirnos para volver a tomar medidas hacia la salud.
*Reencontrarse de manera sana con recuerdos, lugares o situaciones en lo que se desarrollo la buena convivencia. Nada ni nadie podrá arrebatarnos la enorme riqueza de lo que vivimos.
*Y rezar por ellos, pues confiamos en que algún día volveremos a encontrarnos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario