Dos hermanos uno soltero y el otro casado, cosechaban mucho trigo y se lo repartían en partes iguales.
A veces el casado se despertaba preocupado:
"Yo tengo mujer y cinco hijos que podrán atenderme en mi ancianidad; pero, "¿Quién cuidara de mi hermano? tendrá que ahorrar mas y, por tanto, debería de tener mas de la mitad"
Entonces se levantaba de la cama y vertía en el granero de su hermano un saco de trigo.
También el soltero tenias sus insomnios pensaba:
"No es justo que mi hermano se lleve únicamente la mitad de la cosecha. Tiene mujer y cinco hijos y necesita mucho mas que yo".
Entonces se levantaba de la cama y llevaba un saco de trigo al granero de su hermano.
La verdadera diferencia religiosa no es la que hay entre quienes dan culto y quienes no lo dan, sino entre quienes aman y quienes no aman.
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