LA ZORRA Y EL ERIZO

Había una vez una joven y esplendida zorra que un día decidió salir a nadar por las aguas cristalinas de un rio cercano al lugar donde habitaba. Llena de juventud y energía, se metió en el agua y empezó a refrescarse bajo el sol.
En  uno de esos instantes el tiempo se empezó a nublar. Aunque el animal intento con todas sus fuerzas salir del rio, acabo siendo llevado por la fuerza de la corriente hacia un barranco profundo, donde quedo durante mucho tiempo magullado, enfermo e incapaz de moverse.
En  estas  condiciones un enjambre de moscas hambrientas que chupan sangre  se puso sobre ella para darse el gran festín.   Un erizo que pasaba por allí vio su angustia y le pregunto  si quería que le espantara  las moscas que le atormentaban.
-De ningún  modo  exclamó la zorra, por favor no las molestes.
-¿Cómo es eso?, dijo el erizo,  ¿No quieres que  te libre de ellas?.
-No, respondió la zorra porque estas moscas que ves ya están llenas de sangre y me pican pero muy poco, y si me libras de estas que ya están saciadas otras mas hambrientas vendrán en su lugar y terminaran  de beber la sangre que aun me queda.

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