El ganador ve siempre una solución en cada problema. El perdedor ve siempre un problema en cada solución. El ganador tiene siempre una respuesta para cada pregunta. El perdedor tiene siempre una pregunta para cada respuesta. El ganador hace sencillas las cosas difíciles. El perdedor hace difícil las cosas sencillas.
El ganador ve en el crecimiento una oportunidad. El perdedor ve en una oportunidad de crecimiento una crisis.
El ganador ve en el nuevo día una oportunidad de trascender. El perdedor pierde la oportunidad de trascender en el nuevo día.
El ganador sabe que puede porque Dios lo sostiene. El perdedor sostiene que no puede porque Dios no quiere.
El ganador encuentra en su familia un estimulo de superación. El perdedor acusa a su familia de ser un obstáculo en su superación.
El ganador dice: lo puedo hacer hoy antes que sea demasiado tarde. El perdedor dice: es demasiado tarde no lo puedo hacer hoy.
El ganador ve campos verdes detrás de cada piedra. El perdedor ve muchas piedras antes de los campos verdes.
El ganador siempre es parte de la solución. El perdedor dice: es posible pero muy difícil.
El ganador piensa que su buena suerte es por su buen trabajo.
Anónimo
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