EL ASNO Y EL CAMELLO

            

Un  camello  y   el  asno  iban  juntos por  un

 pedregoso  camino. El camello  se movía 

pausadamente  con pasos largos y seguros. 

El asno  en  cambio, lo hacía con impaciencia,

dando pasitos cortos y tropezándose

continuamente.

Tras haber caminado un  buen  rato  el asno se

 detuvo y le pregunto al camello.


-¿Como  es que yo estoy  todo el tiempo tropezando

 mientras tu  mantienes un paso tan firme rapido y

 agil?.


El camello  sonrió y le dijo:                                                                                                                        

 Querido asno,tu verdadero problema es que tu

 mirada está demasiado fija en el suelo, por lo que

 cuando ves un obstáculo ya es demasiado tarde

 para corregir tus movimientos.

 Tú supones que yo atisbo el horizonte, cuando en

 realidad lo que hago es mirar hacia delante para

 decidir qué hacer cuando lo lejano se convierta en

 cercano. De este modo, lo que parece confuso o

 difícil se vuelve claro y fácil. 

 Y el camino se hace más seguro y tranquilo. Tras

 decir estas palabras volvió la vista hacia el frente y

 reemprendió la marcha.

En la vida, quien solo se centra en lo inmediato se pierde en los tropiezos. Mirar con perspectiva nos ayuda a avanzar con más seguridad.    

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