Oh. inefable Creador nuestro.
Altísimo principio y fuente verdadera de luz y sabiduria, dignate infundir el rayo de tu claridad sobre las tinieblas de mi inteligencia, removiendo la doble oscuridad con la que naci; la del pecado y la ignorancia.
Tu, que haces elocuentes las lenguas de los
pequeños, instruye la mía, infunde en mis labios la gracia de tu bendición.
Dame agudeza para entender, capacidad para retener, método y facilidad para atender, sutileza para interpretar, y gracia abundante para hablar.
Dame acierto al empezar, dirección al progresar y perfección al acabar.
!Oh¡ Señor Dios y hombre verdadero, que vives y reinas por los siglos de los siglos Amen.
Esta es una oración dedicada a los estudiantes, para que se encomienden a Santo Tomás de Aquino y les de fuerzas en sus estudios, se lo dedico especialmente a mis nietos que estos días tienen mucho que estudiar.
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