sorpresa.
Pese al nerviosismo que cundió entre los
muchachos, fue repartiendo una hoja a cada
uno con la parte frontal hacia abajo.
Cuando terminó, la profesora les permitió girar el folio y vieron que era una superficie
completamente en blanco, a excepción de un
punto negro en el centro.
Viendo las caras de extrañeza de los alumnos,
la maestra les dijo: "Tenéis que escribir una redacción sobre lo que veis en este papel."
Cuando hubieron terminado, se puso a revisar
los textos y todos, sin excepción, hablaban del
punto negro de diferentes maneras.
Cuando acabó de leerlos, se dirigió a los niños con estas palabras:
Mi presentación es que este examen sea para
todos una lección de vida.
Ninguno de vosotros ha hablado de la parte
blanca del folió, que es la que ocupa mayor
espacio, sino que os habéis centrado en el
punto negro.
Eso mismo es lo que nos pasa cada día:
solemos fijarnos en los minúsculos puntos negros y no vemos todo lo demás, que es
blanco.
La vida está llena de amor, y amistad y cosas maravillosas. Hay motivos para ser feliz, no
os obsesionéis con las desgracias y fracasos.
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