PENSAMIENTOS
Si tuviera que volver a criar a mi hijo,
primero construiría su autoestima y después
nuestra casa.
Sería mucho menos firme y lo afirmaría " mucho más.
Pintaría más con mi dedo y lo señalaría menos.
Haría con él más caminatas.
Apartaría mis ojos del reloj y lo miraría con amor...
La familia sigue siendo la fuente primera y
principal de nuestra personalidad y de nuestra
educación, el lugar en el que recibimos ese
"pan de cariño" que nos va haciendo crecer
y vivir.
El cuidado de nuestros hijos no tiene nada que ver con el control.
Una semilla jamás crece si la arrancamos de
la tierra cada día para cerciorarnos de su progreso.
Los frutos necesitan sólo un suelo fértil, agua,
luz, del sol y un ambiente cuidado para que
florezcan.
Confiemos en que lo bueno será un fruto espontáneo en las vidas que permanecen arraigadas en el amor.
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