MADRE TERESA
A Dios no lo podemos encontrar en medio del
ruido y la agitación.
En la naturaleza, los árboles, las flores y la hierba crecen en silencio; las estrellas, la luna y el sol se mueven en silencio.
Lo esencial no es lo que decimos, sino lo que Dios nos dice a través de nosotros.
En el silencio, El nos escucha; en el silencio, El habla a nuestras almas.
En el silencio, se nos concede el privilegio de escuchar Su voz.
Silencio de los ojos, silencio de los oídos, silencio de la boca, silencio de la mente, en el silencio del corazón.
Dios nos habla".
Madre Teresa
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