Hay personas con el corazón tan grande, que ni la amargura de sus cicunstancias oculta su luz.
Los remedios "no curan" las enfermedades del alma, duermen emociones.
Cuando te des cuenta de lo que le haces a otro te lo haces a ti mismo, habrás entendido la gran verdad.
Mientras buscas los defectos de los otros, no encuentras tu belleza interior.
A las palabras no se las lleva ningún viento, cada palabra, destruye o edifica, hiere o cura,
maldice o bendice.
¿Sabias que?
Un abrazo de 20 segundos libera una hormona llamada axitocina, que es un antidepresivo natural.
Cuando alguien juzgue tu camino préstale tus
zapatos.
Si estás atrapado entre tus sentimientos y lo que otras personas piensan que es correcto, siempre decídete por lo que te haga feliz, a menos que quieras que todos sean felices excepto tú.
No permitas que el mal comportamiento de otros destruya tu paz interior.
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