No olvides que los que te quieren siempre esperan de ti lo mejor.
No olvides que nadie vive como quiere, y tú tampoco, pero que, si quieres vivir bien es la única opción que le cabe a tu dignidad.
Aprende cuanto antes que vivir bien no significa estar rodeado de lujos y molicies, sino haber hecho lo posible para que, cuando llegue tu hora de morir, no sientas verguenza de tu paso por el mundo, y nadie de los que dejes en él sientan verguenza de ti.
No olvides que el azar puede cambiar tus cartas de un momento para otro, pero que estará en tu mano jugar con ellas bien.
Considera el error como una oportunidad, no como un ridículo que te humilla.
Aprende a razonar y no olvides hacerlo cuando el mundo parezca falto de razones.
Cuando seas victima de la desgracia, no te hagas la víctima. No creas que las cosas podrían haber sido de otra manera.
No pierdas el tiempo pensando así porque lo que ya ha sucedido nadie puede evitarlo.
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