En una cacerola derrita la inercia, la amargura y el tedio, Unte bien con mucha risa, especialmente sobre las propias tragedias. En bol aparte, pele y corte en tiras la ansiedad, pique fino el egoismo, ponga en remojo el "yo" hasta que se macere, pero cuide de no derretirlo enteramente.
El rencor aplastelo contra una tabla, troce el reproche y la envidia. Tire a la basura el pellejo,la pereza para pensar, la vanidad de no cometer errores y la cobardia de no admitirlos.
Deje largo rato bajo la canilla, hasta que se vayan por el sumidero, el remordimiento por el pasado la culpavilidad por el presente y el miedo por el futuro.
Amase todo con cordura, sin ahorrar algun grano de locura. No se preocupe si tarda en ablandarse,la
impaciencia no es compatible con la ternura. Sazone con la defensa de algun derecho, propio y,sobre todo ajeno.
Cocine a fuego lento la pasion, pero vigile que no se queme. Para decorar, use armonia con la existencia y distribuya en la fuente combinando ima ginacion y lucidez.
Deje reposar dos horas (o veinte años) y sirva con mucho amor
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