Había un zorro en el bosque que había perdido sus patas. Un tigre lo vio y cada día le llevaba un trozo de carne. Pasaba por allí un holgazán y se dijo: Voy a sentarme aquí y el Señor me enviara lo necesario "pero no sucedía nada. Estaba ya para morir cuando oyó la voz de Dios" Eres un necio perezoso, imita al tigre y no te fijes en el pobre zorro mutilado" Luego el hombre vio una niña tiritando y muerta de hambre y grito a Dios ¿Por que no haces nada para solucionarlo'? Y Dios le respondió ciertamente que he hecho algo . Te he hecho a ti.
Cuando rezamos las preces en la Eucaristía y pedimos al Señor que socorra a los necesitados si escuchamos bien veremos que nos dice: Si quiero socorrerlos sirviéndome de ti" .
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