EL ABUELO Y LA ABUELA SE PELEAN.

Hay personas  tan  resentidas  que son  incapaces de perdonar, y  todavía  mas incapaces  de olvidar.
A veces se  sienten  generosas, y dicen: perdono, pero no olvido. Eso no vale. Tampoco  vale lo que  decía  un torero  gitano, que se sentía  muy ofendido por lo que  le habían  hecho: Yo, como cristiano, le perdono, pero como gitano, no.  Jesús  en  el  evangelio  nos pide mas  generosidad. El mismo  excuso a los  que le crucificaban. 
El abuelo y la abuela  se habían  peleado, y la abuela no quería  dirigirle la palabra  a su marido. Al  día  siguiente el  abuelo ya había  olvidado   la  pelea, pero por  mas  que intentaba no podía  hacerla  hablar. 
 Entonces  el  abuelo  se propuso  ponerla nerviosa. Empezó a revolver  armarios  y  cajones hasta  el  fondo.
 La abuela  no se  pudo  contener.  y le grito airada "¿Se  puede saber que andas  buscando? " Lo he encontrado, gracias  a  Dios respondió el abuelo: ¡tu voz!.

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