El amor-que a veces puede estar prostituido-es el motor de todas nuestras acciones. Mi amor es mi peso, decía San Agustín. Por el soy llevado a donde quiera que vaya. El amor no puede estar ocioso. Enséñenme un amor ocioso. No podrán. No se rehúsa el trabajo cuando hay amor. Quien ama no trabaja, es decir, no siente el peso del trabajo. Y todo trabajo, para quien no ama, es carga pesada.
Un niño de ocho años traía sobre sus hombros a otro mas pequeño que tendría tres o cuatro se le veía cansado, pero gozoso con su carga.
Le pregunte "Que, amigo, pesa mucho Y el me contesto con inefable expresión con fuerza y decisión: No pesa es mi hermano. Y sonriendo y saludando , se marcho feliz con una carga que le daba alas. Las alas tienen su peso correspondiente pero sirven para llevar el peso del cuerpo.
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