Despacio que tengo prisa

Un  joven intrépido pregunto a un  maestro. ¿Cuánto me costara llegar a ser maestro, si trabajo duro?. El maestro le respondió, "Toda la vida". "No puedo esperar tanto. ¿Cuánto me costara si trabajo con toda el alma?. "Unos diez años". "Pero piense que mi padre se esta haciendo viejo y pronto tendré que cuidar de el. ¿Cuánto tiempo tardare en aprender su sabiduría si trabajo mas duramente? Ante tanta insistencia  el maestro le contesto:  

"Quizá treinta años". "Pero usted se burla. Antes diez ahora treinta .Créame, hare cuanto me diga si puedo aprender su arte en el menor tiempo posible". "En ese caso le durara sesenta años al menos. Pues un hombre que quiere resultados tan rápidos no avanza tan rápidamente.

Es decir, que el frenesí, la prisa excesiva, son malos consejeros. "Vísteme despacio, que tengo prisa. Si corres lo harás mal, y habrás de volver a empezar".


 

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