En otra ocasión la invitaron otros amigos a comer perdices y comento: "Conviene distinguir cuando perdiz, perdiz y cuando oración, oración" .
Caminaban juntos Teresa y Juan de la Cruz y alguien les gasto una broma y Juan se sonrojo.
Santa teresa le dijo ¿Qué pasa padre mío'? ¿No se sonroja la dama y se sonroja el galán?
En otra ocasión pregunto la Santa a su escribano cuanto era sus honorarios, el oficial le contesto: "Un beso" .Y la Santa se lo dio diciendo "Nunca me ha salido una escritura tan barata".
No interesa averiguar si estas leyendas son autenticas o no, pero la verdad es que reflejan el carácter campechano de la gran mística.
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