El párroco de la parroquia de santa Eufrasia sabia como ingeniarse para que feligreses acudieran a Misa los domingos.
Un dia se le ocurrio divulgar un anuncio funebre: "Les comunico la muerte de la parroquia de santa Eufrasia. Los funerales serán el domingo a las 11". Acudió todo el pueblo. Ante el altar mayor estaba el ataúd sobre negro catafalco.
"Hay quien dice que nuestra parroquia esta muerta sin remedio", dijo el párroco. "Vamos a la ultima tentativa. Les ruego que pasen todos ante el ataúd, para ver por ultima vez a la difunta. Después de ver el cada ver, salen por la sacristía. Luego pueden entrar para la Misa". Abrió el ataúd y salían silenciosos y confusos. Y es que al mirar el ataúd. Todos pasaban preguntándose; ¿Quién será el muerto?" Se asomaban al ataúd, salían, silencioso confusos .Y es que al mirar el ataúd, veían, en un espejo colocado en el fondo de la caja, su propio rostro. Y la parroquia empezó a reanimarse y resucitar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario